< Afecto no reflejado en el presupuesto no es afecto

PRESENCIA

ANA LUISA GARCÍA G.

 

 

 

< Afecto no reflejado en el presupuesto no es afecto

 

Algunos gobernadores de los diferentes estados afectados por la tormenta tropical “Alberto” han hecho público su recuento de daños, además de calcular la inversión que requieren para rehabilitar calles, carreteras y escuelas principalmente. La circunstancia es que el Gobierno Federal dispone en su Fonden de 18 mil millones de pesos y la tercera parte de este recurso serviría teóricamente para resolver las necesidades de Nuevo León y Tamaulipas.

 

Los mil 511 millones de pesos de inversión aproximada que planteó en conferencia de prensa el secretario de Obras Públicas de nuestra entidad, Pedro Cepeda Anaya, es poco al lado de la suma que está gestionando Nuevo León que casi llega a los cinco mil millones de pesos.

 

El gobernador de Nuevo León, Samuel García, está solicitando a la federación cuatro mil 810 millones de pesos para reparar los daños y aprovechando el viaje, incorporó un renglón de inversión para terminar una presa que tienen en proceso de construcción.

 

Obviamente que el gobierno federal debe de tener su “guardadito” para este tipo de cosas, y si no, pues tendrá que recurrir al endeudamiento si fuera el caso de una emergencia. Porque la posibilidad de que pudiera entrar en operación el mecanismo de rescate que fue diseñado en el 2020, es para cuando se presenten saldos desastrosos (con 5 mil MDP de aseguramiento).

 

En Palacio de Gobierno de Tamaulipas, hay optimismo respecto a la respuesta que pueda proporcionar el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que en diferentes ocasiones ha dado muestras de su especial aprecio y reconocimiento al gobernador Américo Villarreal Anaya.

 

Estas circunstancias nos trae a la mente la frase que Manuel Cavazos Lerma acuñó siendo gobernador, “afecto que no se refleja en la nómina no es afecto”, parafraseando esta idea, diremos que “afecto que no se refleja en el presupuesto no es afecto”.

 

En ese escenario esperamos y deseamos una positiva respuesta para Tamaulipas.

 

URGE DESFOGAR EL PASO A DESNIVEL DE LA JUÁREZ.- El municipio de Victoria se ha dado a la tarea de poner señalización para prevenir accidentes, aún así han ocurrido percances porque las personas siguen actuando con rapidez, circulan a altas velocidades, como si estuvieran en circunstancias normales, y hay que entender que estamos en condiciones extraordinarias.

 

“Alberto” heredó a la ciudad capital un ambiente desastroso en lo que se refiere a pavimentación, hay nuevo socavones y los baches aumentaron su diámetro, al mismo tiempo surgieron algunos nuevos.

 

En el caso del paso a desnivel de la calle Juárez está inundado y falta señalización para prevenir su acceso, por lo menos para que disminuyan la velocidad o para que se regresen las unidades que no son aptas para meterse al agua.

 

Algunos vehículos se han animado a “navegar” ese tramo y salieron airosos, pero hay vehículos menores que “encarrerados” se pueden quedar flotando, como ha ocurrido en el pasado reciente. El nivel no es muy alto, pero cubre parte de las puertas de cualquier auto y eso puede ser fatal en algunos vehículos.

 

Es la falta de urbanidad de algunas personas que tiran al suelo envolturas, cáscaras de plátano y hasta juguetes menores, chupones y otros objetos que los bebés y niños extravían. Hagamos conciencia de lo que provocamos al tirar basura en la calle, es por el bien de todos.

 

Sabemos que en las condiciones actuales que presenta el paso a desnivel de la calle Juárez no es posible desazolvar. Habrá que esperar a que baje el agua, pero es indispensable que el Cabildo Victorense ponga en operación alguna forma de infracción para quienes tiran basura. Hay que educar a cierto círculo de la sociedad y no sólo en ese punto sino en toda la mancha urbana, para cumplir cuando menos con una parte de la frase que nos heredó Don Carlos Adrián Avilés Bortolussi, “Victoria, ciudad limpia, ciudad amable”.

 

MAS VALE QUE DIGAN AQUÍ CORRIÓ, QUE AQUÍ QUEDÓ.- Nunca se había visto una renuncia masiva de consejeros electorales por las razones que usted quiera. Ahora ocurrió en Nuevo Laredo, donde los integrantes de ese órgano responsable del conteo de los votos de la pasada elección del 2 de junio, optaron por abandonar su responsabilidad con el argumento de haber sido amenazados. Esta decisión la tomaron cuando aún no se desfogaron del todo los recursos de impugnación para dar lugar a un fallo definitivo.

 

La papa caliente ahora quedó en manos del IETAM quien ya procedió al traslado de los 567 paquetes electorales a esta capital, donde serán resguardados por la autoridad electoral y las funciones que fueron abandonadas tienen que ser retomadas por el Consejo General, que preside el Lic. Juan José Guadalupe Ramos Charre, quien se sacó la rifa del tigre, eso considerando que persistan los procedimientos que hicieron tirar la toalla a los consejeros del municipio fronterizo.

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