Mañana hay fandango en Victoria…

VIDA DIARIA
LIC. ROSA ELENA GONZALEZ HERNANDEZ
Mañana hay fandango en Victoria…
“Al pie de la sierra madre, hay una ciudad bonita, su nombre es Ciudad Victoria capital de Tamaulipas, es la perla del Estado, es una tierra bendita” dice la canción al sonar el huapango, y la verdad tiene razón.
Mi Victoria querida mañana 6 de octubre tendrá fandango para celebrar sus primeros 274 años de su fundación, la antes Villa de Santa María de Aguayo, llamada así por el Conde de Sierra Gorda, DON JOSE DE ESCANDON Y HELGUERA, desde temprana hora escuchara las mañanitas sonaran en su honor, mientras que cabalgantes, como cada año, orgullosos con su cuera bordada, norteño el sombrero y reata de cuero sobre el lomo de sus caballos recorrerán sus calles para celebrar el aniversario de la flor consentida de Tamaulipas.
Sí señor, Ciudad Victoria, la señorial capital de Tamaulipas estará de fiesta, cierto es que ya no es la misma, que al paso de los años mucho ha cambiado, las nuevas generaciones poco saben de su historia y las viejas muchos pasajes han olvidado.
Ya no suena el silbato de la CFE que marcaba el cuarto para las tres y tres de la tarde. Las urracas del 17 se han mudado y no se ve su bullicio en el rol, paseo, juvenil. Tristemente dejo de escucharse la frase “el que toma agua de la peñita se queda a vivir en Victoria” pues la que era la principal fuente abastecedora del vital líquido en la ciudad, casi se había secado, con las recientes lluvias poco se ha recuperado.
Pero, aunque pase el tiempo y se tangan cambios, Ciudad Victoria sigue siendo de Tamaulipas la flor consentida, cuna de gente de bien que le hace fuerte, que cada día le quiere más y trabaja, se esfuerza, para que nuestra capital recupere el símbolo que le caracterizo por años, de una ciudad limpia, tranquila, amable.
Sus hijos de nacimiento o por adopción, los que le sentimos nuestra, quisiéramos que siguiera con su misma escancia, con el avance del progreso sí, pero con la tranquilidad que le caracterizaba.
Porque se añoran los tiempos pasados pero se suspira por el futuro en donde las nuevas generaciones corran con libertad sus parques, disfruten un atardecer en sus plazas, caminen despacio por sus calles, escuchen el trino de las aves y se refugien bajo la sobra de los árboles de la avenida más hermosa de Tamaulipas, la Francisco I. Madero, mejor conocida como 17, pero también deseamos verle crecer, curarse las heridas que le han dejado por el desamor de los que no le amaron, no vivieron sus sueños, no sintieron su dolor.
Mucho han lastimado a mi querida Victoria, pero sigue de pie,
altiva, señorial y su grandeza no tiene igual, es tanta la bondad de esta ciudad que no hay espacio para el rencor, menos mañana que se estará de festejo, que, en el pueblo, para celebrarle, habrá fandango.
Con todo y sus cambios Ciudad Victoria sigue siendo tierra de pasiones, de guapango, de guitarras que cantan a mujeres que inspiran, donde no hay alarde de ser valentón porque acá la gente de esta región es puro corazón.
Es la Capital, de Tamaulipas la flor consentida y se le canta con el corazón, con la ilusión de que ante las adversidades salga airosa a gritarle al mundo que es dueña de sí misma, que puede caminar libre, correr con su historia, elevar al cielo su victoria, que su gente cante con orgullo siempre, como dijera el compositor TOMAS GUILLEN RIOS en su canción, QUE VIVA VICTORIA… POR SIEMPRE GLORIOSA.

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