VIDA DIARIA
LIC. ROSA ELENA GONZALEZ HERNANDEZ
Nada que celebrar…
Hoy, 21 de septiembre, es el Día Internacional de la Paz, una fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas con el fin de promover las ideas de paz entre sus países.
Suena bonito, pero, ¿De verdad se puede hablar o celebrar la paz mundial en estos tiempos? En realidad, no hay muchos motivos para hacerlo. Además, procurar que las naciones y las personas tengan Paz debe ser siempre no solo un día al año.
Quizá si se estén haciendo esfuerzos para que en algunos lugares se tenga Paz, pero la verdad es que justo eso es lo que no se tiene en estos tiempos pues el caos es grande, hay mucha violencia, de todo tipo y en el mundo entero.
Los poderosos siguen con sus luchas sin cuartel, sin importarle el daño que le hagan a la humanidad, a su gente. Lo peor es que hablan de paz y es lo que menos practican.
México no canta mal las rancheras, el país prácticamente se debate entre el bien y el mal, entre la poca paz y la mucha violencia que se vive en todos los rincones de esta suave patria.
No se puede hablar de Paz, mucho menos festejar una fecha, si no se tienen las condiciones adecuadas para que el pueblo tenga tranquilidad y tristemente en el mundo entero la gente no tiene ni siquiera paz interior.
Que si los cambios climáticos, que las guerras en diferentes países, la desigualdad, el desempleo, la inseguridad, la violencia, los virus que atacan sin piedad y no se tiene ni siquiera los medicamentos adecuados para contrarrestarles, esos son tan solo algunos de los motivos por los que es difícil un día como hoy festejar que hay Paz mundial.
Lo peor es que este año, como en otros pasados, igual se llevaran a cabo un montón de eventos, incluso se entregaran premios en el Día Internacional de la Paz, pero en esta ocasión se verá más como discurso pues las evidencias hablan por sí solas que la violencia esta imparable y los hombres del poder siguen tirando culpas en lugar de responsabilizarse, de entrar en acción para lograr que se tengan entornos más afables, pueblos más seguros, que la gente tenga paz.
Este año en el marco del Día Internacional de la Paz, en México del 19 al 22 de septiembre, se llevará a cabo la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz en la ciudad de Mérida, Yucatán, la cual es reconocida internacionalmente como el evento anual más importante en el campo de construcción de la paz, pero, ¿en realidad sirve de algo?, ¿las comunidades desplazadas podrán alegrarse por eventos de esa naturaleza?, la verdad se duda.
Medios de comunicación nacional e internacional todos los días dan cuenta de la violencia que se vive en muchos lugares del mundo, México no es la excepción, más que Paz se tiene mucha violencia.
Suena hasta ilógico que mientras en entidades como Sinaloa donde lo que menos se tiene en estos días es Paz, o que en municipios del Estado de México que la gente sigue sin tener poquita paz luego de semanas viviendo entre aguas negras e inundaciones, o la gente de Guerrero que aún no se recupera de la tragedia del huracán, y tantas y tantas comunidades que no tienen ni poquita tranquilidad, sea donde se llevan a cabo eventos para conmemorar el Día Internacional de la Paz.
Más que celebrar el Día Internacional de la Paz, se debe ser respetuoso, empático con la gente que no tiene nada en estas fechas que celebrar.