VIDA DIARIA
LIC. ROSA ELENA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ
Una cucharada de su propio chocolate…
La expresión “cucharada de su propio chocolate” o “sopa de su propio chocolate”
significa recibir un daño, trato o consecuencia igual al que uno hizo a otros. Es una forma de decir que alguien experimenta lo mismo que causó a los demás
Y justo eso le sucedió al senador de cuarta, GERARDO FERNANDEZ NOROÑA, a quien estudiantes de la Universidad de Guanajuato le dieron una cucharada de su propio chocolate, no lo dejaron expresarse como él quería y prácticamente lo corrieron del auditorio donde se presentaba para dictar ponencia. Al grito de fuera, fuera, vete, vete y resonantes abucheos le echaron del lugar.
Ocurrió el incidente durante el Tercer Encuentro Estudiantil de Ciencias Políticas al cual FERNANDEZ NOROÑA fue invitado para dar una ponencia sobre juventud y política, pero el fanfarrón legislador comenzó hablando de los logros del sistema, hasta les dijo les regalaría el libro de la presidenta, cosa que a los estudiantes no les gusto y se lo manifestaron pues no se trataba de un acto político.
Pero ante el primer cuestionamiento de los muchachos el senador los acuso de reventadores y eso menos agrado a la mayoría de los jóvenes que se encontraban en el auditorio y de pie manifestaron su repudio, se negaron a escuchar algo con lo que no concedían y comenzaron los reclamos.
Entre los reclamos que los jóvenes le hacían a GERARDO FERNANDEZ NOROÑA era la poca sensibilidad con la que ha tratado el caso de CARLOS MANZO, que anda exigiendo justicia para los palestinos pero no es capaz de pedirla por el asesinato del Alcalde de Uruapan, los estudiantes también le reclamaban al Senador petista-morenista no levantar la voz por los miles de jóvenes desaparecidos, y lo cuestionaban sobre su incongruencia ante el discurso de austeridad y sus viajes de lujo al extranjero mientras México se cae a pedazos, pero el legislador en lugar de escucharles y contestarles, se encolerizo.
NOROÑA quería callarlos a como diera lugar, les gritoneaba, incluso se inconformo con una maestra porque no les quitaba el micrófono a los estudiantes, grosero, prepotente, tal cual es él, el senador de cuarta trato de confrontar a los estudiantes, pero no le funciono, ellos, los jóvenes, alzaron la voz y prácticamente le corrieron del lugar.
GERARDO FERNANDEZ NOROÑA es un personaje que le gusta hacer, pero no le gusta que le hagan y cuando le hacen algo, aun y siendo legislador se comporta como porro o se hace la víctima.
Le gusta reventar eventos, exhibir a la gente, usar el poder para callar a ciudadanos, pero cuando se lo hacen a él, se enoja, y hasta amenaza cobardemente a quienes se atreven a enfrentarlo, pero igual sale exhibido y corrido, muestra de ello es lo sucedido en la Universidad de Guanajuato.
Lo sucedido en la Universidad de Guanajuato también sirve de reflexión para que instituciones educativas vean el poder de los estudiantes, que los jóvenes no son manipulables, que no es solo lo que les quieren mostrar, sino lo que a los muchachos también les interesa escuchar.
No hay la menor duda que la voz de los jóvenes tiene poder, es la juventud el agente de cambio en un sistema y hacen mal los empoderados al negarse a escucharlos y atender, como se debe, sus causas e inconformidades, pues los muchachos pueden marcar la diferencia.
Y no, los jóvenes ya no son rebeldes sin causa, hoy la juventud tiene causa, propósito, se inconforma, manifiesta sus desacuerdos. Temerarios algunas ocasiones sí, pero por eso el sistema debería ponerles especial atención, no exponerlos ni confrontarlos, sobre todo a esos que no son ninis, sino que esta informados y son analíticos, porque ellos pueden contribuir y mucho a la grandeza y prosperidad de este país.
Este país requiere de jóvenes activos y propositivos, no una juventud pasiva y conformista, cierto es que la mayoría de la muchachada está inconforme con la clase política, de todos los colores, quieren un país pacificado, prospero, que la justicia se aplique correctamente no en base a caprichos y venganzas.
Los jóvenes ven que el país se convulsiona y ya no están dispuestos a permitirlo, aman su patria y quieren verla fortalecida con un sistema político sano donde se privilegie el bienestar del pueblo, se defienda la grandeza de la nación, quieren un México donde puedan externar libremente, sin represalias sus ideas, urgen gobiernos con funcionarios comprometidos que no solo se llenen los bolsillos sino que trabajen para que se tenga, en todo el territorio mexicano, condiciones ideales para que el productor haga producir la tierra, que lleguen más inversiones, que los empresarios sigan dando empleo, que el pueblo tenga tranquilidad. En pocas palabras los jóvenes se manifiestan por un país próspero, con seguridad, donde se pueda vivir en paz.
No les gusta a los jóvenes, con buen propósito, pensantes y consientes del cómo está el país, que las altas luminarias del poder quieran verles la cara, que les traten como retrasados que no son capaces de pensar y tomar decisiones por sí mismos, menos que les obliguen a escuchar y aplaudir algo con lo que no están de acuerdo.
En fin, la situación es que las altas luminarias del poder no deben desatender las demandas de los jóvenes, desestimar sus protestas, pues cuando se unen son capaces no solo de mover conciencias, sino también de tirar imperios.
Hoy los jóvenes valientemente levantan la voz, se hacen escuchar, muestran que tienen criterio propio, no quieren discursos baratos, exigen buenos resultados de sus autoridades y se manifiestan, GERARDO FERNANDEZ NOROÑA ya tiene evidencia de ello, estudiantes de la Universidad de Guanajuato se inconformaron en su contra y le dieron una cucharada de su propio chocolate.